El muñeco, que era portado por Iñigo Subiza, se encargó de dar ambiente en los partidos durante tres temporadas en Segunda y Primera División, siendo célebres los conjuros que realizaba con un gran caldero humeante en el terreno de juego de El Sadar. Sin embargo, los atléticos añoraban su viejo estadio Metropolitano, que además se encontraba en una zona privilegiada de Madrid, atletico de madrid camiseta por lo que en enero de 1942 se iniciaron las negociaciones para regresar allí.