Decía El Cardo que fue “un partido monstruo, una tarde hermosísima de mucha suerte para los bilbaínos y el disloque de las mujeres bonitas”. Es así que los hinchas del Cruzeiro le dieron una cálida bienvenida a los sanlorencistas, cosa que es extraña entre equipos argentinos y brasileros por la fuerte rivalidad futbolística y deportiva en general, y los enfrentamientos con la policía de las parcialidades visitantes. De lado internacional, los santos tienen una fuerte amistad con Cruzeiro de Brasil, ya que el líder de la Barra de Cruzeiro, Davidson Bernardes, es fanático hincha de San Lorenzo.