Es entonces cuando el campeonato regional pasa a ser institucionalizado sirviendo además como torneo clasificatorio para la Copa de España. Campeonato Regional Centro como la única competición además de los encuentros amistosos en otras competencias regionales como la Copa Espuñes o la Copa Rodríguez-Arzuaga en donde ambos rivales se veían las caras. La dependencia de los bilbaínos mermaba a su sucursal madrileña, que veía como el Madrid F. C. se alzaba con dos títulos de Copa de España consecutivos, mientras que ellos tan solo podían aportar jugadores al club bilbaíno sin mucho éxito, a la vez que debían participar en el Campeonato de Madrid de manera oficiosa sin que les sirviese para su clasificación al campeonato nacional.