Aquel año jugaron sus partidos como locales en Chamartín, excepto el último, que lo disputaron en un reformado Vallecas. Al año siguiente volvió a su antiguo club, para poder continuar en su ciudad con los estudios de medicina que había dejado aparcados para jugar en Madrid. Sin embargo, el Athletic de Madrid llevó a cabo una pésima participación, terminando el último clasificado y descendiendo a Segunda División.