Se jugó el 28 de mayo en Chamartín, y el Athletic pasó a la siguiente ronda gracias a su victoria por 3-1, merced a dos tantos de Lafuente y uno de Chacho, que remontaron el gol de Ibarra. El Athletic quedó cuarto, únicamente por encima del debutante, y recibió las críticas por parte de la prensa a su juego y, como era de esperar, a su presidente, al que se acusaba de no saber atraer las simpatías del público madrileño hacia su equipo.